Revista XXV No. 3 de 2018

Gestión de la investigación en Colombia: la experiencia de Elena Stashenko

Gestión de la investigación en Colombia: la experiencia de Elena Stashenko

Por: Redacción Innovación y Ciencia

Reconocida en 2016 como una de las 50 mujeres más influyentes del mundo en ciencias analíticas, de acuerdo a la revista The Analytical Scientist, la Dra. Elena Stashenko ha realizado investigación en Colombia desde 1982. En Bucaramanga, y con grandes esfuerzos a nivel científico y liderazgo en gestión de la investigación, ha cumplido un papel fundamental para el avance de la ciencia en el país.

En 2004 con el apoyo de Colciencias y de algunas universidades, creó junto a su equipo de investigación de la Universidad Industrial de Santander (UIS) el Centro Nacional de Investigaciones para la Agroindustrialización de Especies Vegetales Aromáticas y Medicinales Tropicales (Cenivam), un Centro de investigación de excelencia del cual es directora general hoy en día.

Actualmente, este centro trabaja de la mano con 15 grupos de investigación en diferentes regiones del país, todos reconocidos por Colciencias. Su campo es el estudio de aceites esenciales utilizados en la industria farmacéutica, cosmética y de productos de aseo. La Dra. Stashenko, de igual forma, es docente de la UIS y líder de investigación de Cenivam, ubicado en el campus de la misma Universidad.

Su trabajo ha significado un aporte importante a la agroindustria colombiana y los productos y servicios resultantes han sido fundamentales para el crecimiento de los grupos de investigación y del Centro. En 2017, Cenivam-UIS, fue seleccionado por el programa Colombia Científica, por su propuesta Bio-Reto XXI 15:50, que consiste en desarrollar 15 bioproductos a través de 50 especies vegetales y tropicales colombianas.

El pasado 27 de junio, la Revista Innovación & Ciencia tuvo la oportunidad de hablar con la Dra. Stashenko, quien lejos de su natal Rusia ha asumido el reto que representa hacer investigación y promoverla con recursos limitados en Colombia.


La propuesta Bio-Reto fue premiada el año pasado por el programa Colombia Científica, ¿cuál fue el factor de éxito desde la gestión para lograr tal reconocimiento?

Hubo dos factores de éxito: la complementariedad y la continuidad. Primero, logramos hacer un trabajo transversal, ya que la biodiversidad se puede conocer desde diferentes áreas. Puedes ser un biólogo, un botánico, hasta un sociólogo; así, el avance en las diferentes áreas se vierte como ríos que van al mar. Trabajar con diferentes ramas del conocimiento nos ayuda a conseguir mejores resultados. También ha sido importante conectarnos con diferentes organizaciones como Fedecacao, donde los productos resultantes de nuestra investigación pueden ser necesitados.
Segundo, muchos grupos de investigación se separan por causas como vacíos económicos en sus proyectos y esto resulta en el abandono del proyecto durante grandes lapsos de tiempo. Para nosotros ha sido importante la continuidad del proceso, empezamos hace 30 años, haciendo proyecto por proyecto, caracterizándonos por la optimización de recursos y la conectividad de los grupos.

 

Sabemos que con su equipo de investigación han descubierto en la última década más de medio millar de aceites esenciales a través de un proyecto de financiación con Colciencias. ¿Cuál es la representatividad de los recursos del Estado en la operación y sostenibilidad de Cenivam?

Podría decir que representan un 50 %, pero depende; los montos de financiación de Colciencias pueden representar en un año un 30 % y el siguiente año un 60 %. Por esta razón, nosotros buscamos recursos a través de productos y servicios. Por ejemplo, con el servicio de análisis podemos obtener los recursos para arreglar un equipo, o pagar el viaje de un estudiante; así como aprovechamos la venta de los productos desarrollados con base en los aceites esenciales.

Hay que tener en cuenta que cuando Colciencias financia un proyecto lo hace con especificaciones de cómo se puede invertir el dinero, con rubros claros. Las investigaciones no se pueden predecir a la perfección, pues de cada repuesta surgen nuevas preguntas que requieren más recursos para poder investigar y muchos otros gastos no se tienen en cuenta, como la reparación de equipos o daños que puedan surgir.

También es importante agregar que cualquier proyecto financiado por Colciencias debe tener una contrapartida por parte de las universidades, un aporte que se representa en salarios de profesores, en infraestructura, etc. Muchos recursos no son visibles para las personas, como los servicios de luz, agua, teléfono; sin los cuales no se podría hacer la investigación.

Estos recursos, aportados por la UIS, han sido fundamentales: la planta física y los servicios básicos que ha cubierto, pueden llegar a representar decenas de millones de pesos. Hemos avanzado juntos y actualmente tenemos un edificio para Cenivam dentro del campus de la Universidad.

 

Desde su experiencia, ¿considera importante que un investigador tenga conocimientos en gestión de la ciencia?

Pienso que es necesario que haya gestores de conocimiento, que no serían científicos puros, pero sí personas que entiendan la ciencia y tengan la capacidad de hacer conexiones con la industria, mirar los últimos descubrimientos, contar la ciencia, unir los grupos de investigación, etc.

Cada vez hay más campo de administración en los proyectos, lo que resulta en científicos fuera de los laboratorios, lejos de los estudiantes, invirtiendo tiempo en llenar encuestas, hacer informes o calcular indicadores.

Los científicos deberían vivir su mundo de curiosidad. Muchos investigadores reconocidos han hecho grandes contribuciones porque solamente se han dedicado a la búsqueda del conocimiento. Nosotros en Cenivam hemos tenido que hacer labores de gestión y aunque se puede lograr un equilibrio, sería mucho mejor contar con una persona que se encargue desde su profesión de hacer gestión de la ciencia.

 

Dra. Stashenko, ¿qué consejo les daría a los investigadores que apenas están empezando en Colombia?

Persistir, pues hay países donde ya se cuenta con una cultura de la investigación y muchos recién graduados que llegan a Colombia se desaniman muy pronto, ya que se produce un choque cultural. Los doctorados a veces creen que el país les debe, la universidad les debe, todo el mundo les debe. Es necesario que cambiemos ese chip y pensar: ¿qué puedo hacer yo por el país? Teniendo en cuenta las dificultades y que las oportunidades no se presentarán de un día para otro.

Cuando llegué a Colombia duré tres años sin conseguir financiación de ningún proyecto. Pero si somos solidarios entre los investigadores, podemos aprovechar de mejor manera los pocos recursos que hay.

Optimizar los recursos es fundamental, buscar la mayor eficiencia del trabajo; pero también saberlo mostrar, este es un error común, el no invertir recursos en el mercadeo de lo que produce la ciencia nacional y las capacidades que se tiene. En este país hay muchos laboratorios con muy buen equipamiento y nadie lo sabe, hay muchos extranjeros que se sorprenden al encontrar un cromatógrafo o un espectrómetro.

 

Entrevista realizada el 27 de junio de 2018 en las instalaciones de la ACAC.

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